El Gobi March 2024 desde el punto de vista del trazador.
Llevo varios años yendo a Mongolia para trabajar en la carrera de la empresa americana RacingThePlanet, pero el cansancio no ha llegado ni de cerca y la oportunidad de volver a ese maravilloso país me llena de ánimo.
Mongolia es el país menos poblado del mundo, no por el numero de habitantes que son unos 3,5 millones sino por densidad de población ya que este número se reparte entre los algo mas de 1,5 millones de kilómetros cuadrados lo que le da algo menos de 2 habitantes por kilómetro cuadrado. Esto hace que, fuera de Ulán Bator, la capital, puede pasar varios incluso días sin cruzarte con nadie. De cara a una carrera esto puede ser bueno y no tan bueno, pero mola.
RacingThe Planet organiza 4 carreras de 250km en autosuficiencia alimentaria y por etapas desde hace algo mas de 20 años. El Gobi March, que originalmente se corría en China se pasó a Mongolia en 2018 por la complicación que suponía, sobre todo para una empresa extranjera, organizar una carrera en el oeste de China, una región particularmente sensible.
El aterrizaje en Mongolia fue espectacular, ya lo contamos en sendos artículos de años pasados como RacingThePlanet Mongolia 2023 y este año, se ha mantenido el éxito con una carrera íntegramente desarrollada en la zona de Jarjorin, una antigua capital del imperio de Genghis Khan.
Toda carrera de Trail acepta mejoras que se van descubriendo según se van haciendo ediciones y el Gobi March no es diferente por lo que viajo un poco mas de una semana antes para completar los cambios necesarios y tener la carrera lista para los corredores. Por otro lado el marcaje debe empezar el viernes antes de la carrera por lo que tampoco hay tantos días.
Concretamente los cambios en la carrera no deberían afectar a los corredores que pueden pasar casi por donde sea, sino a la logística que es muy complicada y desde luego no puede fallar. Para que lo que se ve de una carrera funcione, lo que no se ve debe estar perfectamente organizado, curioso….
En Mongolia es importante tener varias cosas, un buen 4×4 si te vas a meter en los como yo, un buen conductor y yo tenía a Belgee y un traductor, que mi Mongol deja mucho que desear. En este último punto mi traductora habitual no pudo venir y tuvimos que buscar un sustituto que al final resultó magnifico: Un joven estudiante universitario llamado Eba que no solo hablaba muy bien ingles sino que aprendió el oficio de trazador con bastante celeridad y se convirtió en mi mano derecha.
La parte mas chula normalmente es la semana previa de reconocimiento, pero en este caso un tiempo infernal hizo su aparición y lo que suele ser unos dias de inspección y búsqueda de nuevos caminos se convirtió casi en una lucha por mantenerse secos.
Contrariamente a lo que suele pasar, que hace bueno la semana antes y en la carrera empieza a fastidiarse, en Ulan Bator cayó una nevada inédita antes de la carrera, con gran terror de los corredores, pero la Gobi March comenzó con un tiempo medianamente bueno y aunque hacía algo de fresco no era un problema.
Las señales yo las pongo desde el viernes, con la carrera empezando el domingo, es decir, dos días antes e intento mantener ese margen de seguridad a lo largo de la se
mana, aunque al final ya puedo relajarme un poco que sino los últimos dias no hay nada que hacer.
La carrera se desarrolló con regularidad y aunque no voy a hacer una crónica que para eso ya hay otras muchas páginas que hablan de ello lo que si quiero citar es a los ganadores, que lo merecen, que es una paliza.
Mongolia no ha dejado de sorprenderme. Cada año encuentro cosas nuevas. conozco nuevas personas que me completan y aprendo nuevas costumbres de un pueblo maravilloso que animo a todo el mundo a que visite.